21 Dic 100 cuidándonos desde el cielo
Hace más de 100 años, en una isla preciosa del Mediterráneo, llamada Mallorca, Dios mandó un ángel. Le pusieron de nombre Alberta. Le gustaba su tierra mallorquina, sus costumbres, jugar, cantar, estudiar, bordar, coser. Era feliz aquí en la Tierra. Creció y se hizo muy sabia.
Su vida no fue fácil, pero ella, con la fuerza de Dios, lo superó todo y ¡más! Se casó, fue mamá y también sufrió la pérdida de tres de sus hijos y de su marido, pero no se rindió y consiguió levantar un colegio con problemas, hasta convertirlo en uno de los mejores colegios de la isla. Le puso de nombre: Pureza de María y fundó, junto con algunas de sus maestras, una congregación religiosa.
Ella decía que:
● Un mundo sin niños era como un jardín sin flores
● Que siempre tuviéramos confianza y buen ánimo:¡Estad siempre alegres!.
Creía en la capacidad transformadora de la educación y en el poder de la familia. Supo dar dignidad a la mujer. No se conformó con solo un colegio, sino que fundó colegios más allá de su tierra mallorquina y nosotros tuvimos la suerte de que aquí, ¡en el Grao!, fundara nuestro colegio.
Un 21 de diciembre de 1922, es decir hace 100 años, este ángel volvió al cielo. Desde entonces allí está, guiando nuestros pasos a través de las hermanas y los profesores del colegio. Por eso, este curso celebraremos que ya hace 100 años Madre Alberta subió al cielo. Hoy hemos dado por inaugurado el centenario con un montón de actividades que nos han hecho recordarla, aprender sobre ella, admirarla y… si cabe… ¡quererla todavía más!
Hemos tenido una eucaristía muy emotiva con alumnos de todos los colegios Pureza de María de Valencia, hemos jugado y coloreado banderines para convertir nuestro colegio en un lugar de fiesta. También le hemos presentado a la Madre nuestros deseos y hemos hecho un camino de huellas hasta ella. Con este día tan emocionante…
¡Damos por inaugurado el centenario de Madre Alberta!
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